Un edificio es un organismo que necesita evacuar a las redes públicas tanto el agua que recoge de las lluvias y nieves así como las aguas con residuos que se generan en el funcionamiento de cocinas, baños etc. Esta evacuación se realiza mediante varios tipos de bajantes:
Aguas blancas o pluviales: las procedentes de lluvia y que se recogen en terrazas, tejados, patios y cubiertas planas.
Aguas grises: procedentes de aparatos sanitarios y electrodomésticos (excepto inodoros y urinarios).
Aguas negras o fecales: son las procedentes de aseos que transportan materias fecales y/u orina (inodoros y urinarios).
En adelante, sólo distinguiremos dos tipos de aguas, las residuales y las pluviales, llamando aguas residuales tanto a las grises como a las negras.
Las bajantes son redes formadas por tubos verticales, horizontales, codos y diversos configuraciones geométricas que configuran la red, el material utilizado es diverso y a lo largo del tiempo se han empleado distintos materiales que suponen menores rozamientos, resistencia a los agentes abrasivos y a la erosión además de facilitar su montaje.
Las bajantes por la naturaleza de los residuos que transportan y a pesar de su correcto dimensionado se obstruyen con el pasar del tiempo, siendo imprescindible su sustitución periódica. Uno de los aspectos más importantes para el mantenimiento preventivo y correcto funcionamiento de toda la red, es la posibilidad de acceder a este tipo de instalaciones para su reparación o sustitución, como esto no sucede en la mayoría de los casos es recomendable planificar con toda la comunidad de propietarios, la sustitución por tramos de estas estructuras en los tramos que por obras individuales de cada propietario se pueda acceder a la red, este procedimiento evitara muchos gastos innecesarios y obras posteriores.