Desde tiempos inmemoriales las humedadeshan sido uno de los grandes problemas de la humanidad. Una de las razones de ser de la construcción es proteger y aislar al individuo. Nos protegemos de las lluvias, del frío, de los intrusos… y por eso construimos.
Pero si construimos mal no solo conviviremos con el problema sino que posiblemente generaremos otros. En este artículo conoceremos los tipos de humedades existentes para poder combatirlas.
Podemos definirlas de la siguiente manera:
Humedad de construcción o de obra: existente en una obra debida al proceso propio de la construcción. Cuanto menor sea esta humedad y cuanto menos demore en secarse, menores serán los inconvenientes luego de que se haya concluido la obra.
Humedad de suelo o capilar: Es la humedad que se presenta en las zonas bajas de las construcciones, en muros o cimentaciones y que está en íntimo contacto con el terreno.
Humedad por lluvia o filtración: Se produce por el acceso de agua a través de huecos o grietas y que normalmente da lugar a manchas.
Es frecuente que se produzca en los encuentros de muros de sótanos con la solera y el forjado superior, así como en juntas constructivas entre distintos elementos, por rotura de los cerramientos o acabados y en lugares de paso de instalaciones.
Humedad accidental: Se denomina humedad accidental a la aparición de la misma en una construcción como consecuencia de accidente como rotura de tuberías, inundación, vertidos o derrames. Puede ocasionar otro tipo de humedades como la Humedad Capilar o la Humedad por Filtración. Son muy comunes, producidas por defectos de diseño, malas construcciones o por falta de mantenimiento. En definitiva, son filtraciones por mala ejecución, como goteras del techo.
Humedades por condensación: La Humedad por Condensación se produce cuando la temperatura superficial de una pared es inferior al punto de rocío del ambiente. Este proceso aparece cuando existe una diferencia mayor a 2ºC entre la temperatura de rocío y la superficie fría (con aire en reposo).
Por lo general es un fenómeno que se da en invierno; se ve en cristales y paredes con alto coeficiente de transmisión térmica. Esto provoca un deterioro en las condiciones de habitabilidad, proliferando las colonias de hongos que se extienden en las superficies.
El agua condensada suele escurrir y dejar manchas en los paramentos próximos al punto donde se produce la condensación.